¡A las mujeres!

No, no nos prohíban enamorarnos de las mujeres rotas, de las que leen

poesía y lloran, de las que se entregan por completo y aman .

despiadadamente. No le pidan a la poesía que no escribamos de ellas.

Exijo que no nos hagan huir de mujeres intensas, letales e inolvidables.

.

No proclamen que nos escondamos de las mujeres que gritan lo que

sienten, de esas que miran al cielo, encuentran figuras y sonríen. No nos

pidan eso, no extingan el amor hacia una mujer independiente, pero que

prefiere un día quedarse a tu lado una mañana porque tienes ganas de

abrazarla. O, simplemente, ella te dirá que tiene ganas de hacer el amor y

te pedirá que no te vayas.

No nos pidan que nos alejemos de las mujeres que pintan, de las que

pisan los charcos y se sienten unas niñas; esas que abrazan como si

supieran que la magia nace con sus brazos.

No nos vayamos de las mujeres que suspiran con una canción, de las que

conectan y hablan del universo sabiendo que ellas lo son y solo esperan

que las miremos y nos demos cuenta. No nos vayamos de las que cantan,

de las que juran tener solo sexo y acaban dándote el corazón.

No les digan locas a las mujeres que saben lo que sucede al mirarte, no

teman de las que curan a la distancia, de las que te mandan una nota en

la mañana. De esas irremediables que un día te mandan cursilerías,

siendo lo más honesto que sienten; de esas que en tus manos se vuelven

prosa, líricas y luego perversas.

Y nunca dejemos de escribir de mujeres soñadoras, de bocas que aman

la justicia, de labios que besan sin dejarse olvidar, de manos que calman

sin ser medicina.

No, no nos prohibamos mujeres que aman con entrega; querámoslas más

y pidamos una de ellas en cada habitación, para reparar un poco el amor.

Y que siga viva la poesía, y que siga el mundo ardiendo de mujeres que, a pesar de todo, vuelven siempre a creer en el amor.

Anónimo

Marzo: Mes de las Mujeres.