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De nuevo, ¡las viejas malas noticias!

Foto del escritor: Carlo MartínezCarlo Martínez

La JAL recortó a la mitad el presupuesto que se había proyectado en el borrador del Plan de Desarrollo, en el que a los medios comunitarios se les destinaban casi $1.687 millones para su apoyo y fortalecimiento.

A raíz de la publicación del primer periódico en Bogotá, el 9 de febrero de 1791, se celebra el Día del Periodista en Colombia en su conmemoración. Curiosamente, para la semana del 10 de febrero de este 2025, se conoció una carta que la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) radicó a la Junta Administradora Local (JAL) de Fontibón, expresando su preocupación por los comentarios estigmatizantes que algunos ediles hicieron sobre los medios comunitarios de comunicación, al tildarlos de “pasquines”, durante 2 audiencias públicas en las que se discutió y aprobó el plan de desarrollo local.


Y a pesar de lo grave del asunto, en dichos escenarios se tomó una decisión igual de grave: la JAL recortó a la mitad el presupuesto que se había proyectado en el borrador del plan de desarrollo, en el que a los medios comunitarios se les destinaban casi $1.687 millones para su apoyo y fortalecimiento.


Las excusas para el recorte fueron dos:


-. La falta de claridad en el concepto de gasto, pues el “apoyo y fortalecimiento” para los medios comunitarios era una apuesta muy ambigua, cosa que resulta cierta.


-. Y la meta que indicaba una cobertura para 18 medios en la Localidad, cifra que causó confusión al no contar con una respuesta oportuna y cierta del Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal (IDPAC), institución encargada de llevar el registro de los medios en las localidades y que fue controvertida por los mismos medios comunitarios, a pesar de los intentos de la Alcaldía por justificar el error.


“Es una línea técnica muy floja para un presupuesto tan alto”, argumentó un edil en la audiencia pública realizada el 28 de agosto de 2024, secundado por otro, quien a pesar de llevar varios periodos en la JAL, afirmó no tener los elementos suficientes. Curiosamente, aunque en su momento 3 de 9 ediles expresaron su preocupación por la falta de claridad de todo el asunto, todos, los 9, aprobaron la propuesta de recortar a la mitad el presupuesto para los medios comunitarios, previa concertación con la Alcaldía Local.


Aunque increíble, el daño fue peor. Ni JAL ni Alcaldía quisieron incluir el porcentaje de financiación que el Plan Distrital de Desarrollo y la Política Pública de Comunicación Comunitaria exige para que los medios participen en la pauta institucional, un rubro distinto al del amplio “apoyo y fortalecimiento” que también había pedido ser aterrizado por parte de los medios.


No importaron las intervenciones, cartas, aclaraciones y demás hechas por los medios. El desconocimiento y la falta de voluntad de Alcaldía Local y JAL respecto a los medios comunitarios volvió a ser la mala noticia. Mientras tanto, esperar que respondan el cuestionario que se les radicó pidiendo que explicaran sus argumentos técnicos, jurídicos y financieros para haber recortado a la mitad el presupuesto para los medios comunitarios.


Coletilla. A propósito de la libertad de expresión y opinión, es importante tener en cuenta siempre la paradoja de la tolerancia o paradoja de Popper, que establece que una sociedad no puede ser tolerante con la intolerancia, so pena de caer en el control de los intolerantes.


Una opinión libre pero intolerante en una sociedad construida y controlada por intolerantes, ¿goza realmente de libertad?


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