Por Marta de la Peña Tejero
*Redacción CULTURA JOVEN
REVISTA DE DIFUSIÓN CULTURAL PARA JÓVENES
Ante el nuevo estreno protagonizado por el hombre murciélago revisamos las similitudes del superhéroe de DC Cómics con el personaje de Cervantes, pese a los más de 400 años que los separan.
Imagen de la nueva entrega de Batman, observando Gotham desde las alturas
Batman es ese personaje que acecha a los criminales, el defensor de los inocentes, el héroe que consigue que cualquier malhechor se lo piense dos veces antes de cometer un delito. El salvador de Gotham, junto al que la mayoría ha crecido, fue creado por Bob Kane y Bill Finger. Su primera aparición se produjo en 1939, mismo año de su invención, a través de la revista Detective Comics y desde entonces ha sido imparable.
Tan solo cuatro años después de su creación fue llevado a la pequeña pantalla de la mano del director Lambert Hillyer. Desde ese momento, han surgido numerosas películas en las que multitud de actores se han introducido en la piel del hombre murciélago. Entre ellos, Christian Bale en la famosa trilogía de Christopher Nolan. También Ben Affleck e incluso el mismísimo George Clooney han sido partícipes del Universo Batman, entre muchos otros.
Las historias del héroe son irrefrenables. Los fans lo saben mejor que nadie y, por eso, esperan impacientes a la nueva entrega: The Batman, dirigida por Matt Reeves y que se estrena el 4 de marzo. En esta ocasión, será Robert Pattinson quién dará vida al multimillonario Bruce Wayne, cuestión que ha causado un gran revuelo entre los seguidores del personaje.
A medida que conoces al personaje pueden observarse ciertas similitudes con el libro español más universal: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La novela de Cervantes que narra las aventuras de un caballero andante, que desea convertirse en aquellos caballeros de las historias que lee.
Escondidos bajo un seudónimo
A priori, es fácil pensar que estos dos personajes no tienen nada en común. Sin embargo, tan solo fijándose en algo tan básico como el nombre puede encontrarse la primera similitud entre ambos. Don Quijote de la Mancha, en realidad se llama Alonso Quijano, pero eligió ese sobrenombre con el propósito de que se le otorgara una mayor clase y, además, hacer honor al lugar donde vivía. Batman, por su parte, es un multimillonario llamado Bruce Wayne que decidió apodarse como “el hombre murciélago” para conservar su anonimato.
Por otro lado, el ser humano siempre ha buscado hacer heroicidades y enfrentarse a imprevistos o enemigos con el fin de salvar el mundo. Ambos personajes, masculinos, fantasean con esto y es lo que les mueve para actuar de la forma en que lo hacen. Además, para realizar sus hazañas, los dos disponían de una armadura con la que protegerse. La de don Quijote provenía de sus antepasados por lo que era antigua y estaba desgastada. En cambio, Batman, según la trilogía de películas producidas y dirigidas por Christopher Nolan entre los años 2005 y 2012, descubrió la Unidad de Ciencias Aplicadas dentro de su compañía e investigó con el fin de crear una armadura irrompible y segura.
Batman utilizando el traje de murciélago en Año Uno | Marta de la Peña
A pesar de la fama universal que han adquirido ambos, es preciso señalar que los dos son considerados antihéroes. En el caso de don Quijote, su locura hace que crea que existe peligro donde no lo hay, acto que siempre le acaba metiendo en problemas. Batman, por su parte, quiere hacer desaparecer el crimen en la ciudad de Gotham a toda costa. Por eso, en algunas ocasiones actúa con agresividad sin plantearse sus valores.
Unidos por la locura
Es necesario incidir en la locura porque es otro elemento que tienen en común ambos personajes. En La broma Asesina, uno de los cómics mejor valorados de Batman, el Joker le dice al protagonista que se ha vuelto loco. Esto es muy similar al momento en el que los amigos de Don Quijote de la Mancha, intentan hacerle volver a casa haciéndole ver que era su locura la que motivaba cada hazaña que realizaba.
En el cómic, escrito por Alan Moore, el mayor enemigo de Batman apela a su locura con la siguiente frase: «¡He confirmado que no existe diferencia entre todos los demás y yo! Basta un mal día para que el hombre más cuerdo del mundo enloquezca. A esa distancia está el mundo de mí. A un mal día. Tú también tuviste un mal día, ¿cierto?».
Las similitudes no terminan aquí. Don Quijote confundía molinos de viento con gigantes y Batman no iba a ser menos. En El Tribunal de los Búhos, cómic realizado por Scott Snyder y Greg Capullo, el héroe se vuelve completamente loco, hasta el punto de imaginar hechos que no existen: sus manos se convierten en garras, los miembros del tribunal se transforman en búhos e incluso ve y habla con sus padres muertos.
Batman con los brazos como garras en El Tribunal de los Búhos | Marta de la Peña
Don Quijote viajaba a lomos de su caballo, Rocinante. Por su parte, Batman siempre ha sido conocido por desplazarse a toda velocidad dentro de su moderno coche, el batmóvil. Incluso hemos llegado a verle montado sobre una moto en alguna que otra ocasión. Pero, ¿esto ha sido siempre así? La respuesta es no. En El regreso del Caballero Oscuro, uno de los cómics más famosos que existen en la actualidad sobre el héroe, este, al igual que el hidalgo, se transporta a galope.
Batman montado a caballo en El regreso del Caballero Oscuro | Marta de la Peña
En este mismo cómic se menciona la edad de Batman que, a priori, todos pensamos que es alguien joven y fuerte. Sin embargo, aparece como un señor de entre 55 y 60 años, desgastado y sin la energía necesaria para combatir el crimen. Esta es una gran semejanza con don Quijote, que según Cervantes, rondaba los 50 años de edad.
El amor y la amistad
Es importante destacar que Don Quijote salió en busca de aventuras solo, pero volvió acompañado de Sancho Panza, el leal amigo que conoció durante su viaje y le siguió en cada una de sus hazañas aportando la dosis de sentido común que necesitaba el hidalgo. Batman, por su parte, también cuenta con un fiel escudero. En este caso se le conoce como Robin y es el personaje que el héroe se encuentra por casualidad y que se encargará de salvarle en numerosas ocasiones.
Robin no es el único escudero con el que cuenta Batman. En la trilogía de películas de Nolan mencionadas anteriormente, también veíamos a su mayordomo. Con el nombre de Alfred Pennyworth, este personaje ayuda a Batman siempre que lo necesita desde la guarida secreta del empresario multimillonario. La conocida batcueva. E incluso llega a curarle las heridas siempre que queda maltrecho después de luchar contra el crimen.
Para concluir con las semejanzas no podemos olvidarnos de Dulcinea. Aldonza Lorenzo es uno de los personajes principales de la obra de Cervantes. Don Quijote se enamora perdidamente de ella creyendo que era una bella joven y vive su amor de la forma más intensa posible sabiendo que jamás podrá estar con ella. En la trilogía de Batman sucede algo similar, el empresario se enamora de su mejor amiga de la infancia, Rachel Dawes, pero es un amor desinteresado. Al igual que el hidalgo, nunca se plantea estar con ella mientras siga combatiendo el crimen, y tampoco pretende dejar su ocupación secreta.
Por otro lado, el hidalgo Don Quijote realizaba sus hazañas con el fin de dedicárselo a su querida Dulcinea. Esta es otra de las similitudes que pueden encontrarse con el hombre murciélago. En la película Batman, dirigida por Tim Burton en el año 1989, Batman se enamora de Vicky Vale, una fotógrafa. Sin embargo, el Joker la secuestra y el héroe tiene que convertir sus hazañas en una lucha para recuperarla.
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