En nuestra edición anterior del Periódico Sector H, Luz Amanda Rivera, consejera y representante de los Derechos Humanos ante el Consejo de Planeación Local (CPL) de Fontibón, nos presentó un abrebocas acerca de cómo se estaban ejecutando los Encuentros Ciudadanos (EC) en la Localidad de Fontibón, como preámbulo a la conformación del Plan Local de Desarrollo, ante lo cual, tengo yo la responsabilidad y el honor de contarles cómo se sigue dando y cómo está nuestra localidad en su derecho a la participación.
Es importante iniciar narrando que a pesar de haberse realizado 27 encuentros ciudadanos en esta localidad durante este proceso 2024, la asistencia de los fontibonenses fue una de las más bajas de su historia, teniendo encuentros donde solo participaron 3 personas, convirtiéndose así en una “crónica de una muerte anunciada”.
Cómo planificamos los Encuentros Ciudadanos
Remontémonos a cómo se planificaron para este nuevo cuatrienio. Desde el CPL de Fontibón diseñamos una metodología didáctica que nos permitiera un enfoque diferente, buscando romper el hielo con la comunidad para que expresara sus necesidades y propuestas. Fue una propuesta incluyente, cercana, garante, pensando en la importancia de que la población recuperara la confianza y credibilidad en la administración y viera en el CPL, un consejo que representara su voz.
Sin embargo, este ejercicio no se pudo realizar ya que la Alcaldía Local de Fontibón no contrató operador logístico, por lo que desde el CPL nos acogimos a hacerlos así, confiando en la palabra del alcalde local Diego Maldonado, quien manifestó que haciendo los EC de manera directa, íbamos a ahorrar gastos y que ante cualquier necesidad, íbamos a tener más fácil manejo, ¡lo cual nunca pasó!
Aunque la participación ciudadana en los encuentros ciudadanos 2024 fueron un fracaso, lo fue aún más haber confiado en la administración para su ejecución.
Recuerdo que cuando nos dijeron que no había operador, nos asaltaron dudas, como: ¿qué medios tecnológicos vamos a tener en estos espacios?, ¿quién los va a manejar?, ¿cuál va a ser el plan de emergencia?, y ¿quién se va a encargar de la digitalización y tabulación de las propuestas de la población?, y la respuesta de Maldonado fue que su “equipo de participación ciudadana tenía todos los medios necesarios para hacerlo” y que nos daba ese parte de tranquilidad. Iniciamos con ese voto de confianza y allí “se abrió la caja de pandora”…
¿Qué desaciertos tuvimos?
Algo esencial: no se hizo una convocatoria efectiva. Iniciamos los EC solo convocando por las redes sociales de la alcaldía local (que valga aclararlo: no son medios de comunicación, sino simples redes sociales). Es decir, “si sumercé no tiene un smartphone o no usa redes sociales o no sigue la alcaldía local, jamás se iba a enterar de que se estaban llevando a cabo los EC”.
Así, en nuestro segundo EC tuvimos una participación en la mañana de aproximadamente 14 personas, mientras que en la tarde, de solo 3, lo que se volvió reiterativo en las otras jornadas. Aclaramos que aunque algunos encuentros por sectores sí tuvieron una mayor asistencia, lo cierto es que 40 o 50 personas de un sector, no representan el sentir de cerca de 500 mil habitantes locales.
Aquí recalco que aunque la participación ciudadana fue un fracaso, lo fue aún más haber confiado en la administración para la ejecución de estos encuentros, los que se desarrollaron desconociendo el acuerdo 878/2023 (establece los lineamientos para el Sistema Distrital de Planeación, la creación de planes de desarrollo, y garantiza la participación ciudadana), dejando de lado artículos como el 31, que enuncia las condiciones mínimas para ejecutar los encuentros: calendarios, diagnósticos locales sectoriales, inclusión, accesibilidad, plataformas digitales, acceso a la información y capacitación a los ciudadanos, prestación de servicio de intérpretes necesarios para el correcto desarrollo y participación de la ciudadanía con discapacidad, lugares accesibles, entre otros. Nada de esto se dio, por lo que vamos a enlistar varios aspectos:
-.Sobre la Convocatoria. Solo redes sociales de la alcaldía local y volantes sin texto braile, que se entregaron cuando ya habían iniciado los EC. Como ejemplo: para la población de más de 70 mil personas de la UPZ 100 Ciudad Salitre, la alcaldía nos dio tan solo 21 volantes.
-.Sobre la Inclusión. Solicitamos que en todos los EC se contara con material braile, interprete de señas y demás herramientas necesarias para la participación de la población con discapacidad, ante lo cual, la administración nos aclaró con un rotundo NO, que solo se iba a manejar un intérprete de señas en el EC diseñado para discapacidad; es decir, que si una persona con condición de discapacidad no pudo asistir a dicho encuentro, ya no tenía derecho a participar. ¿Pero por qué no le íbamos a dar garantías para hacerlo en un espacio diferente? Dentro de los argumentos del NO estuvo el tema de costos. ¿Fuimos discriminatorios?, ¿debimos adaptarnos a estas condiciones o negarnos y garantizar los derechos de la población? Aquí me surgen varias dudas… La Constitución Política de Colombia nos da a todos el derecho a la participación, y de acuerdo con esto, ¿el CPL y la alcaldía local están por encima o será que estos encuentros son ilegítimos, ilegales o irregulares?
-.Sobre el plan de emergencias. Advertimos que como mínimo, era necesario contar con la Cruz Roja, pero el alcalde nos contestó que al ser eventos de baja complejidad, no iba a ser necesario. Contrario, se presentaron 2 casos: un niño que presentó una convulsión y no hubo personal profesional que lo atendiera; y una consejera que sufrió una baja de tensión y tampoco se activó la ruta designada.
-.Sobre las plataformas digitales. Las personas que no habían tenido la oportunidad de asistir de manera presencial a los EC, anhelaban un espacio virtual, pero en pleno 2024, después de pasar por una pandemia que nos obligó a aprender a utilizar las herramientas tecnológicas, el primer encuentro virtual de los dos que logramos hacer, también fue nefasto. Los ciudadanos tuvieron que esperar más de 40 minutos para ingresar a una sala para exponer sus necesidades, lo que ocasionó que perdieran su interés y se retiraran.
-.Sobre la formación. El acuerdo 878 habla de formación a la población para que sepa cómo encaminar sus propuestas y se ejecuten de forma correcta los EC, mesas de trabajo y mesas de concertación. Esto no se realizó.
De las mesas de trabajo en adelante
Y podríamos enlistar varias cosas más, pero aun con tan múltiples tropiezos, confiamos que en las mesas de trabajo se pudieran consolidar y reconocer las necesidades locales, ¡pero tampoco hubo garantías! Como les narraba, dentro de la metodología propuesta, el operador logístico debía tabular las necesidades de la población, lo que tampoco pasó. Tuvimos espacios donde se presentaron hasta 100 propuestas, las cuales fueron resumidas en 6 frases, siendo esto solo un ejemplo de que se dejó a un lado la voz de la población.
Ante este hecho, los delegados de 3 de las 5 mesas existentes (1, 3 y 5), decidieron no realizar el trabajo hasta no contar con la información que consignara todas las propuestas y necesidades ciudadanas y los diagnósticos locales, sentando así su voz de protesta e inconformidad. Contrario a ello, los delegados de las 2 mesas restantes (2 y 4) argumentaron que “trabajarían con lo que hubiese, ya que conocían cuales eran las necesidades y que sus sectores no daban espera” (¿?). Es aquí donde vemos más irregularidades, ya que a los delegados de estas mesas 2 y 4, la alcaldía local les entregó una matriz diferente a las de las mesas 1, 3 y 5, adicional a permitirles llevarse documentos para poder estudiarlos y trabajarlos.
Ante los delegados de las mesas 1,3 y 5, el CPL y la alcaldía local nos comprometimos a enviar las propuestas ciudadanas y unos diagnósticos para hacer un trabajo de reconocimiento a las poblaciones, y es aquí donde nuevamente la administración se comprometió para el 4 de junio a entregar la matriz y un diagnóstico, tomando como modelo el borrador del Plan de Desarrollo del alcalde Mayor Galán, para saber qué era un diagnóstico de la localidad y hacer las mesas de trabajo el 5 de junio, adicional se pidió hacer una carta dirigida a Secretaría de Planeación solicitando ampliación hasta el 10 de junio, para la entrega final del producto.
A pesar del compromiso, esto tampoco fue así y la dicha se acabó ese 4 de junio, cuando se nos informó que no iba haber modificación alguna a la matriz, porque algunos compañeros de CPL vieron su construcción y así la aprobaron. También nos indicaron que esos eran los diagnósticos y que no se iban a entregar otros diferentes. Con respecto a la carta, se buscaba honrar los acuerdos con la ciudadanía, de solicitar ampliar el plazo. Cabe aclarar que estas trabas no solo se presentaron desde la alcaldía, sino que el presidente del CPL también consideró innecesario cumplir los compromisos adquiridos. El 5 de junio, nos reunimos con los delegados en las mesas de trabajo, debiéndoles contar que los compromisos adquiridos no se cumplieron. Se les brindó la oportunidad de revisar qué propuestas habían quedado por fuera y hacer los humanamente posible para poder trabajar en ellas.
Al revisar el producto final nos encontramos que una vez más fue excluida la participación de la ciudadanía, que en todas las mesas se identificó que el trabajo hecho por los delegados, los referentes y los diferentes consejeros, no fue consignado.
Acá me quito el sombrero ante los delegados, que pensando en las necesidades de los fontibonenses, se adaptaron y trabajaron con las uñas, siendo unas mesas muy constructivas, a pesar de no haber logrado una participación activa e incidente. Es valioso decirle a la comunidad que estos delegados tuvieron criterio, carácter y que no antepusieron sus necesidades personales, sino que trabajaron pensando en todas las poblaciones, por lo cual, para mí, Leidy Orjuela, fue un orgullo haber trabajado en estas mesas con personas altruistas y que de verdad representan la comunidad.
Ya al revisar el producto final, después del trabajo arduo de todas las mesas, algunas con mejores condiciones que otras, nos encontramos con que una vez más fue excluida la participación ciudadana, al identificar que en estas mesas, el trabajo hecho por los delegados, los referentes y los diferentes consejeros, no fue consignado. Y aquí es donde uno se pregunta y entiende por qué la gente de Fontibón no participa en estos espacios: es difícil creer en una administración que desde el día uno parece ser el mayor enemigo de la participación ciudadana.
Esperemos que con las mesas de concertación se logren atender las necesidades de la ciudadanía de Fontibón, si no, que nos cojan confesados, en estos próximos 4 años…
Proceso defectuosos que dan cuenta de la mediocridad de algunas administraciones cuya agenda no coincide con las necesidades de la ciudadanía.