Es claro que Duque no quiere dar el brazo a torcer con la salida de Maduro del poder porque sabe que eso es una bandera electoral que le servirá a su partido en las votaciones de 2022.
Manuel Alejandro Rayran Cortés (*)
Desde que Iván Duque Márquez llegó a la Casa de Nariño, Venezuela estuvo en el centro de la agenda política exterior del mandatario colombiano y de su partido político, el Centro Democrático. El objetivo del presidente era sacar del poder a Nicolás Maduro y la estrategia que trazó para lograrlo fue un cerco diplomático que asfixiara económica y políticamente al jefe de estado del vecino país.
Entre el abanico de sus maniobras estuvieron reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, aliarse con el presidente Trump para dar señales de una posible intervención militar, hacer un concierto en la frontera para vociferar que al régimen le quedaban horas de vida en el poder y tomarse fotos con ex miembros de la Guardia Venezolana para luego dejarlos en el olvido y hasta buscar congelar las reservas de oro de Venezuela en Reino Unido y traspasar las empresas del Estado venezolano a control de Juan Guaidó, hecho insólito y peligroso porque abrió una puerta para legitimar acciones que van en contravía del derecho internacional.
No obstante y a pesar de todas estas acciones, Maduro se mantiene en el poder. En México actualmente se realiza una mesa de negociación entre el gobierno de Maduro y sus opositores con observadores internacionales, incluido Estados Unidos de América (EUA) y por presión de diferentes actores de las zonas fronterizas, logrando que de manera progresiva se reabran algunos pasos entre los dos países; y aunque Duque cataloga esta acción como una maniobra de Miraflores con fines electorales o porque Venezuela está en dificultades económicas, lo cierto es que estas son de ambas partes, pues de acuerdo con la Cámara Colombo-Venezolana, el intercambio comercial binacional pasó de US$ 7.211 millones en la época dorada a US$ 222 millones en 2020, sin dejar de lado que Norte de Santander y Táchira son las zonas con los peores índices de pobreza de cada país.
Es claro que Duque no quiere dar el brazo a torcer con la salida de Maduro del poder porque sabe que eso es una bandera electoral que le servirá a su partido en las votaciones de 2022; sin embargo, la situación socioeconómica de los colombianos y venezolanos es tan grave que urge dejar de lado los intereses políticos mezquinos y buscar salidas que favorezcan a los más vulnerables de ambos lados de la frontera.
En suma, aplaudo las acciones de las organizaciones locales y la sociedad civil que han logrado reabrir la frontera entre ambos países, pues con esto se ayudará al comercio, a unificar familias y a cerrarle el margen de acción a las organizaciones criminales que se aprovechan para ganar algo de dinero a costa de vidas humanas. Es claro que Duque y su partido político mantendrán su enemigo internacional porque esa estrategia les seguirá dando votos para 2022, pero la sociedad civil debe mantenerse firme con sus posturas de hacer todo lo posible para mejorar la calidad de vida de colombianos y venezolanos, pues en últimas, somos pueblos hermanos.
Agenda 1. Es increíble pensar que EUA y la Unión Soviética nunca perdieron una comunicación directa aun en los peores momentos y con estructuras hegemónicas antagónicas, y sí haya un rompimiento total de comunicaciones entre Colombia y Venezuela, que son pueblos hermanos, por un dogmatismo ideológico con fines electorales.
Agenda 2. Con relación al bombardeo del ejército en Chocó, con el que murieron varios menores de edad, es importante recordarle a Duque que es obligación del Estado prevenir y evitar que los grupos armados ilegales recluten a menores, que los menores de edad no son objetivos militares y que el Estado colombiano no puede igualarse en sus acciones con las prácticas de las organizaciones que están al margen de la ley.
(*)Manuel Alejandro Rayran Cortés
Magíster en Ciencia Política
Con orientación en Relaciones Internacionales con énfasis en Diplomacia
y Resolución de Conflictos. Docente universitario.
@ManuelRayranC manuel.rayran.em@gmail.com
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