¡Sociedad en cuidados Intensivos!
Es alarmante conocer diariamente a través de nuestros medios de comunicación, el sinnúmero de dramáticos casos de violencia suscitados en los hogares colombianos. A la orden del día vemos titulares por heridas de arma blanca, feminicidios, lesiones personales, riñas, homicidios, hurto a personas o a residencias, coerción, extorsión, secuestros y asalto a los establecimientos de comercio, pues hasta a la hora de cenar, nos hemos visto afectados y asaltados como comensales, independientemente del estrato socioeconómico al que pertenezcamos. Sin clemencia vemos cómo a toda hora, las 24 horas de los siete días de la semana, no cesa el fenómeno delictivo.
El escaso pie de fuerza policivo, el vertiginoso crecimiento de la migración, la falta de oportunidades laborales, de educación, la pobreza, el ineficaz acceso a una calidad de vida, son algunos de los principales factores que conllevan al desmedido crecimiento del actuar o costelación delictiva, como técnicamente se le atribuye.
Ahora bien, si nos remitidos a las estadísticas haciendo hincapié a la violencia intrafamiliar, se refleja un incremento del 51% en lo que va corrido de 2024. El reciente informe de la Secretaría de Seguridad Convivencia y Justicia arroja 11.785 denuncias por violencia doméstica y la mitad de la cifra, corresponde a violencia contra la mujer, quien resulta siendo víctima de todo tipo de violencia: psicológica, económica, física y vicaria. Ante este crudo panorama, las autoridades han logrado materializar la captura de por lo menos 631 personas que han cometido este delito.
La cifra es preocupante y alarmante, pues una sociedad que no protege a sus mujeres ni desarrolla políticas públicas para salvaguardar la familia, siendo esta el núcleo fundamental de toda sociedad; por consiguiente, garantizar la protección integral debe ser prioridad para todos, siendo necesario diseñar programas de prevención primaria tendientes a mitigar la incidencia de la violencia en todo los aspectos y campos de la familia y, por ende, de nuestra sociedad.
Y nos preguntamos. Desde lo local, ¿qué medidas se han tomado?, ¿qué programas de acción e intervención inmediatos se han materializado?, ¿qué estudios e investigaciones se han adelantado?, ¿cuántas campañas se han lanzado en localidad novena de Fontibón para controlar este flagelo?, ¿se ha informado a la comunidad de las líneas de atención distritales para activar el amparo y protección a la vida, integridad y la familia?
Realmente son muchos los interrogantes que surgen al abordar este preocupante fenómeno de criminalidad, siendo relevante recordar las principales líneas de comunicación establecidas por el Distrito para denunciar.
Líneas de comunicación del Distrito para DENUNCIAR
Línea de emergencia (Policía Nacional. Dios y Patria): 123.
Línea Purpura Violencia contra la mujer: 155 – 018000112137.
Línea Instituto Colombiano Bienestar Familiar ICBF: 141 (niños y adolescentes).
Línea Fiscalía General de la Nación: FGN 122 - 0180000919748 – 6015702000. Opción 7.
Línea Extorsión Gaula: 165 – 6015159690. Ext. 1165.
Línea Calma Ciudadana: 01800423614.
Línea Personería de Bogotá: 143 – 3820450.
Línea Procuraduría General de la Nación: 142 018000940808.
Línea Casa de Justicia Fontibón: 018000113090 – 6013779595. Whatsapp: 3023629201. Calle 17 N° 98-71.
Línea Defensoría del Pueblo: 6013147300 – 018000914814.
Línea Integración Social: 6013808400 – 6013808330.
Recuerde. Es importante denunciar. Esperamos que esta guía sea de su ayuda. No se quede callado; aunque, desde luego, sé y conozco que la tramitología es desgastante y engorrosa, pero es mejor alzar la mano y pedir la ayuda jurídica y psicosocial a que haya lugar.
No obstante, es menester seguir insistiendo a la administración distrital y local que se sigan adecuando y fortaleciendo todos los caneles de denuncias y respuesta para este tipo de casos, para actuar con contundencia y con todas aquellas acciones tendientes a erradicar al fin esta triste realidad.
“Es justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia”. Kelsen Hans.
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